No es un comentario religioso o un análisis de ciertos pasajes de la Biblia, se trata sólo de traducir al lenguaje escrito un destello mental que nace de una ensoñación (visión) que me ocurrió en el viaje en transporte público desde mi casa al trabajo, con base real en pasajes bíblicos (que leí en alguna ocasión del pasado).
Resumen: Según el relato bíblico de Génesis, cuando Dios creó al hombre lo hizo del polvo de la tierra y sopló (puso de su espíritu) en sus narices y el hombre vino a ser un alma viviente.
Después en los evangelios al ver una procesión fúnebre dice Jesús "dejad que los muertos entierren a sus muertos". Aquí los muertos (que entierran a sus muertos) son aquellos que no tienen el espíritu de Dios -los religiosos de aquellos días- en contraposición a los vivos, los discípulos de Jesús que sí tienen el espíritu de Dios (el hombre nuevo, nacido de nuevo).
Tanto el hombre como los animales en la Biblia son almas. Pero Dios es Dios de vivos no de muertos. En nuestros días la tierra está llena de cadáveres (los muertos) y sólo unos pocos vivos, los que tienen el espíritu de Dios o han nacido de nuevo. Una nueva creación.
Dejo esto hasta este punto, posteriormente buscaré y transcribiré algunos pasajes bíblicos.
